
Los hay nativos digitales, amantes de lo retro, hípsters o fanáticos de las marcas. Y es que intentar definir a la generación nacida a partir de la década de los años ochenta no resulta fácil debido a la pluralidad de perfiles que engloba, pero que, en líneas generales, integra algunos valores esenciales, como el uso de la tecnología, la hiperconectividad y la gran importancia que le dan a las políticas sociales, éticas y sostenibles. Hasta hace relativamente poco, muchos de ellos compartían otro rasgo menos positivo: A pesar de tener una buena preparación formativa, contaban con salarios precarios que apenas les permitían pagar un alquiler pero que les impedían prácticamente ahorrar para adquirir una casa. Una situación que parece haber variado en los últimos años, y que está provocando grandes cambios en el mercado de la vivienda tal y como lo conocemos.
Dado que muchos de ellos o son autónomos o pueden ejercer el teletrabajo, demandan que en su casa haya una habitación espaciosa, con buena conexión wifi y moderna en la que poder instalar su propia oficina
Haber nacido y crecido en plena revolución digital, junto al haber sufrido durante su juventud e incorporación al mundo laboral las consecuencias de la crisis global que sobrevino a partir de 2007, otorgan a los millennials una serie de características distintas a, por ejemplo, la generación del baby boom, con expectativas muy diferentes en relación a la adquisición de un inmueble. Y es que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la diferencia actual de salarios entre unos y otros todavía es muy importante (entre 16.000 y 22.000 euros brutos anuales para los más jóvenes frente al rango de entre 25.000 y 28.000 euros brutos anuales de los veteranos). Sin embargo, paradójicamente, a medida que la volatilidad en la esfera del trabajo ha ido desapareciendo y, con ello, ha aumentado su estabilidad económica y familiar, también ha crecido el porcentaje de millennials que quiere comprar y se aventura a hacerlo.
De hecho, según Eurostat, la crisis y la incorporación de las nuevas generaciones al mercado laboral no ha tenido en España el impacto esperado en cuanto a la reducción en el número de compras de viviendas: Si en 2007, alrededor del 80% de españoles era propietario, una década después la cifra apenas ha bajado dos puntos, dejando poco espacio para la expansión del mercado de alquiler. De acuerdo a las estimaciones del INE, el perfil más habitual del solicitante de una hipoteca en nuestro país roza la cuarentena y cuenta con unos ingresos mensuales cercanos a los 1.800 euros, características todavía lejanas para un millennial tipo.
Su mayor conciencia sobre el medio ambiente y las consecuencias del cambio climático les empujan a buscar inmuebles que encajen con su estilo de vida basado en la sostenibilidad
Nuevos hábitos
Gracias a esta nueva llegada de jóvenes que adquieren una vivienda, ya es posible construir un abanico de demandas que piden mayoritariamente esta nueva generación, y que difieren en algunos casos de manera notoria respecto a las preferencias de sus padres. Entre ellas, cabe destacar:
- Su mayor conciencia sobre el medio ambiente y las consecuencias del cambio climático les empujan a buscar inmuebles que encajen con su estilo de vida basado en la sostenibilidad, como, por ejemplo, que utilicen placas solares o que cuenten con una arquitectura que aproveche las condiciones climáticas del lugar.
- Como consecuencia del punto anterior, suelen apostar por inmuebles que estén ubicados a las afueras de las grandes ciudades, que dispongan de espacios verdes y de posibilidades para la práctica de deportes al aire libre. De hecho, priorizan la calidad de vida antes que la proximidad a sus puestos de trabajo.
- Dado el impacto que ha tenido en sus vidas la crisis económica global, tienen muy claro que no desean hipotecarse de por vida para la compra de una vivienda, por lo que analizan con cuidado su capacidad de ahorro y sus posibilidades económicas antes de tomar una decisión. O, dicho de otro modo, la plantean como una inversión a largo plazo que les genere plusvalías en el futuro.
- Son partidarios de que en sus hogares la tecnología juegue un papel importante. A este respecto, el rol de la domótica es clave para ellos, de manera que los espacios de la vivienda puedan estar conectados e integrados en la Nube.
- Disponer de espacios para mascotas tanto dentro de la vivienda como en las zonas comunes del inmueble es muy importante, dado que conciben la vida de los animales como seres vivos con plenos derechos dentro de la sociedad.
- Como muchos de ellos o son autónomos o pueden ejercer el teletrabajo, demandan que en su casa haya una habitación espaciosa, con buena conexión wifi y moderna en la que poder instalar su propia oficina.
A medida que la volatilidad en la esfera del trabajo ha ido desapareciendo y, con ello, ha aumentado la estabilidad económica y familiar, también ha crecido el porcentaje de millennials que quiere comprar una vivienda
Distintos criterios de compra
Además de estas diferencias respecto a lo que le piden a una vivienda, los millennials también toman sus decisiones de adquisición de modo diferente a sus predecesores, por ejemplo:Informándose previamente a través de las redes sociales y foros de Internet.Se aseguran mucho antes de dar el sí definitivo, consultando comparadores, referencias de operaciones de venta similares o consultando informes.Renunciando al contacto telefónico para preponderar el uso del correo electrónico y los mensajes de texto y de Whatssap.Procurando reducir los trámites burocráticos a uno solo y, si es posible, de manera digital.Exigen una atención casi instantánea con independencia de los horarios en los que requieran la información.En este sentido, valoran mucho que las inmobiliarias y los agentes dispongan de perfiles online, ya que para ellos les otorga credibilidad.Se guían mucho por las recomendaciones de familiares y amigos cercanos.