Adquirir una vivienda es, probablemente, una de las decisiones más importantes que cualquier persona va a tomar a lo largo de sus vida, por lo que hay que sopesarlo mucho (y comparar entre diferentes inmuebles) antes de decantarse finalmente por una. Entre las distintas posibilidades que existen, una de ellas es la de comprar para, inmediatamente, reformar, lo que requiere, todavía más si cabe, analizar bien todos los procesos que habrá que llevar a cabo y el coste que supondrán en su conjunto.
Normalmente, cuando se habla de reformar de manera integral un piso es porque tiene una antigüedad elevada, probablemente de más de 25 años. Puede ocurrir que sus propietarios no hayan querido acometer ningún cambio porque, o bien son personas ya mayores, o no se lo pueden permitir, o porque han recibido el activo inmobiliario de una herencia y lo que desean es poder desprenderse de él lo antes posible. En cualquier caso, este tipo de vivienda suele tener un precio menor en el mercado que el que tendría de no precisar reforma alguna, por lo que es posible encontrar buenas ofertas que, sumando el coste de la remodelación, puede hacer que nos suponga una rebaja considerable respecto a, por ejemplo, adquirir un piso nuevo.
Sin embargo, antes de plantearse ir hacia adelante con una estrategia de estas características, conviene tener presente algunos aspectos, como:
- El factor tiempo. Una reforma de envergadura suele llevar meses y, con frecuencia, se dilata más de lo que nos gustaría. Por ello, si urge entrar a vivir en la nueva casa que hemos adquirido, quizá sea conviene plantearse otras posibilidades.
- La distribución. Hay que tener claro cómo deseamos que quede finalmente la vivienda en cuanto a la situación de sus habitaciones y, también, sobre dónde se ubican elementos fijos que no será posible mover, como las vigas maestras o los muros de carga. En este sentido, es muy importante estudiar bien los planos y contar con asesoramiento profesional para evitar posibles sorpresas desagradables.
- El suelo. En este tipo de viviendas, los suelos, después de tantos años de uso, suelen estar desgastados y hasta contener algún elemento peligroso, como baldosas levantadas o que deslicen en algún punto. Cambiarlo por completo, además de dinero, supondrá más tiempo hasta poder ver terminada la obra.
- Estado de las instalaciones. Dónde y en qué estado se encuentran las cañerías de circulación del agua o las conexiones eléctricas, con qué ventilación se encuentran las diferentes habitaciones o qué clase de calefacción posee el inmueble. Todas estas son preguntas claves que hay que hacerse antes de adquirir, con carácter general, una vivienda.
- Posibles defectos. Hay elementos que a simple vista pueden no detectarse, pero que con el asesoramiento de un experto será posible identificar, como goteras, la propia estabilidad del piso o la colocación de los bajantes. Todos ellos pueden tener un coste elevado en el caso de tener que reformarlos.
Beneficios de adquirir una vivienda para reformar
- Suelen estar bien situadas en los centros de las ciudades, con lo que cuentan con buena comunicación y están cerca de comercios y de servicios como hospitales o comisarías de policía.
- Habitualmente, al reformar de manera integral un piso de estas características, su valor en el mercado aumenta de manera considerable, por lo que podríamos ganar bastante dinero en el caso de querer venderlo en el futuro.
- Podemos crear una vivienda según nuestros gustos y comodidades, poniendo todos aquellos detalles y servicios que creemos que son indispensables en la casa de nuestros sueños.
- Desde el punto de vista fiscal, mientras que las viviendas nuevas están gravadas con el IVA, los pisos a reformar o de segunda mano están sujetos al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, sensiblemente inferior al anterior.
Riesgos
- Las obras pueden demorarse más de lo previsto y tener un coste mayor de lo que pensábamos. Para evitar males mayores, lo más aconsejable es contar siempre con un fondo de contingencia de, al menos, el 10% extra del total de lo proyectado.
- La compra de materiales puede suponer un gasto considerable, por lo que, si es posible, es mejor que el cliente sea el que busque y los compre directamente.
- Habrá que llevar a cabo mucho papeleo que exigirá la máxima atención por nuestra parte, como el pago de impuestos o la solicitud de licencias de obra.